Esta semana se ha estrenado una nueva película de la saga de El Planeta de los Simios, lo que ha llevado a muchos a preocuparse por las posibilidades reales de que tal suceso pueda ocurrir. Lo cual es totalmente ridículo teniendo en cuenta que debemos preocuparnos por una amenaza real como es que las vacas se pueden tomar el mundo.
No sé si lo han notado pero yo que todo el tiempo me encuentro vacas, he visto que el tamaño de sus cráneos ha aumentado. Aunque la capacidad craneal no es un directo indicador de inteligencia, la mayoría de los cabezones que he conocido, no son particularmente brillantes, antes lo contrario. Lo que me asusta es la forma en que nos miran, al principio pensé que nos veían pasar en los carros y trataban de explicarse que clase de vacas eran esas que andaban tan rápido y tenían esas formas tan raras. Al fin y al cabo se la pasan consumiendo hierba todo el día y es lógico que tanta hierba les haya empezado a afectar. Pero no, es una mirada fija, penetrante e intensa; si alguien no me cree, lo reto a que trate de sostenerle la mirada a una vaca y verá que es imposible.
El factor más terrorífico a considerar es su número, en el caso de los simios, sus números son cada vez menores y son muchas las especies que están amenazadas, mientras que las vacas cada vez parecen aumentar su número. No tengo datos exactos pero su número es una cuestión para preocuparse. Por ejemplo en Uruguay hay 3 vacas por cada persona por lo que sería de los primeros en caer.
Las vacas no tendrían que preocuparse por alimento, ni siquiera por cargar provisiones. En caso que los simios se rebelaran sería fácil hacer trampas con bananos; mientras que pasto, hay en todo lado y crece sin control. Además recordemos que mucho tiempo consumiendo hierba crea paranoia, que afecta la vida diaria pero en una guerra sería una ventaja.
Muchos pensarían que la solución para prevenir esto sería volverse vegetarianos pero si lo pensamos bien, los vegetarianos son también unos come hierba, como las vacas y no sé de que lado están y si confiar en ellos, como por no mencionar lo anti natura que es no comer carne. La única forma en que confiaría en los vegetarianos y en que realmente contribuirían a la solución sería si declararan la carne de vaca, un vegetal más. Hay que acabar con esa amenaza y si es de una forma sabrosa, mucho mejor. Mientras tanto, solo queda esperar que ninguna se escape del matadero y les cuente a las demás lo que hacemos por que se armaría.
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